Jugamos Dragon Age: The Veilguard y es el regreso épico de una gran saga
Dragon Age: The Veilguard es la entrega que los fans de la saga estában esperando.
Hace 15 años, Dragon Age: Origins rompió todos los esquemas y revolucionó el mundo de los RPG. Su sistema de combate táctico y una historia atraparte conquistaron a millones, y el modo en que desarrollaba a los compañeros de equipo sentó un precedente en la industria. Ahora, Dragon Age: The Veilguard llega para reconectarnos con lo que hizo grandiosa a la serie, trayendo de vuelta el sabor de los primeros juegos con una historia llena de sorpresas y personajes memorables. BioWare realmente se lució, entregando un juego que no solo honra el legado de Origins, sino que va un paso más allá y nos sumerge de lleno en la fantasía oscura de Thedas. La historia empieza con Varric, un viejo conocido, relatando los eventos que han puesto al mundo al borde del desastre. Nuestra misión: detener a Solas, el traicionero ex-compañero de Dragon Age: Inquisition, y evitar que su magia se salga de control y mate a miles de inocentes. Aquí no hay espacio para una introducción lenta, ¡al contrario! Desde el primer minuto, el juego nos pone en acción, y luego de crear a nuestro personaje con un editor súper completo, ya estamos en medio de una pelea en un bar. Dependiendo de nuestras decisiones, este enfrentamiento puede acabar de varias maneras, dándonos una idea de lo que será el ritmo del juego: rápido, lleno de decisiones importantes, y con consecuencias que realmente importan. Vea además: Jugamos Call of Duty Black Ops 6 y aseguramos que habrá grandes dosis de acción The Veilguard nos permite crear un personaje a nuestra medida. Podemos elegir entre ser un Mago, Guerrero o Pícaro, lo que abre tres caminos de habilidades únicas. Estas se organizan en un sistema de nodos donde desbloqueamos ataques especiales y habilidades pasivas a medida que avanzamos. Pero la cosa no queda ahí: cada clase tiene especializaciones, habilidades súper poderosas que personalizan aún más nuestro estilo de combate. Si te gusta experimentar, puedes cambiar y reasignar tus puntos de habilidad sin penalizaciones, así que aquí puedes probar hasta encontrar lo que realmente te guste. El nivel de personalización en la apariencia también es brutal. El equipo que uses se ve reflejado en tiempo real y, si quieres más estilo, puedes usar skins desbloqueables dentro del juego. Detalles como esconder el casco en las cinemáticas y opciones de accesibilidad completan una experiencia adaptable para cualquier tipo de jugador, desde el novato hasta el fan más hardcore. Una de las mejores cosas de The Veilguard es que BioWare se tomó en serio lo de crear compañeros memorables. Cada personaje tiene una historia propia que se va desarrollando conforme avanza la campaña, y nuestras decisiones afectan directamente la relación con ellos. No son simples compañeros de combate; son personajes con los que realmente te encariñas y a quienes quieres proteger. Las misiones personales de cada compañero no se sienten forzadas ni aburridas; al contrario, son una de las mejores partes del juego. Te permiten ver diferentes facetas de cada uno y sentir una conexión real con ellos. En serio, cada elección en los diálogos y cada acción en la historia te hace sentir responsable de lo que pasa, y el juego sabe recompensar ese compromiso. En lugar del típico mundo abierto, The Veilguard regresa a un estilo clásico de mapa con puntos de viaje rápido. Pero no pienses que eso lo hace menos interesante. Cada zona es un lugar detallado, con un montón de secretos, cofres y puzzles que se resuelven con la ayuda de las habilidades de los compañeros. Por suerte, no necesitas tener a todos físicamente en tu equipo para aprovechar sus habilidades; tu personaje principal, Rook, tiene una daga especial que permite acceder a las habilidades de los compañeros, haciendo que la exploración sea mucho más práctica y entretenida. Ya sea que estés haciendo una misión principal o una secundaria, The Veilguard no se siente nunca como un juego de “relleno”. Cada momento cuenta y cada lugar que exploras tiene algo interesante que ofrecer. El cambio más grande de The Veilguard respecto a los juegos anteriores es su combate en tiempo real. BioWare decidió apostar todo en un sistema de acción dinámica, en lugar del combate táctico de los primeros juegos. Aquí puedes esquivar ataques, hacer parrys y contraataques, y usar combos específicos según el arma que tengas equipada. Aunque la cámara puede requerir un poco de ajuste en algunas situaciones, la fluidez del combate hace que cada enfrentamiento sea emocionante. Y aunque no controlas directamente a tus compañeros, puedes darles órdenes y coordinar ataques especiales. Las habilidades de los compañeros se manejan con “cooldowns” que puedes reducir con equipamiento especial y, además, puedes mejorar sus puntos de habilidad para que cada uno juegue un rol específico en el equipo, ya sea como tanque, curador o atacante. El sistema de progresión en The Veilguard es robusto y bien equilibrado. Las tres clases principales y sus especializaciones ofrecen una gran variedad de opciones, y si dedicas un tiempo a planear tu personaje, puedes crear combinaciones letales. Eso sí, una vez que elijas tu clase, no podrás cambiarla, así que piensa bien esa primera decisión. A pesar de eso, las habilidades y los puntos que desbloqueas en el camino ofrecen una personalización lo suficientemente amplia para hacer que cada partida sea única. Dragon Age: The Veilguard es la entrega que los fans de la saga estában esperando. BioWare ha regresado a lo mejor de sus raíces RPG, combinando una historia atrapante, personajes memorables y un combate en tiempo real que resulta refrescante y emocionante. Cada decisión de diseño en el juego demuestra el compromiso del estudio con su legado y la intención de ofrecer una experiencia que honra todo lo que hizo grande a la franquicia. Si eres fan de los RPG o simplemente buscas una aventura épica en la que cada decisión cuenta, The Veilguard es el juego que debes probar. Con sus más de 50 horas de campaña y toneladas de secretos y misiones por descubrir, este es un juego que te mantendrá pegado a la pantalla de principio a fin. Cristian Serrano Sistema Integrado Digital
Comienza la aventura: A salvar el mundo… otra vez
Personalización al límite
Los compañeros de batalla: más que un simple equipo
Un mundo para explorar y disfrutar
Combate en tiempo real: acción total
Progresión y personalización: cada elección cuenta
Gráficos y banda sonora: una experiencia inmersiva
Visualmente, The Veilguard es impresionante. Cada escenario, desde los bosques hasta las ciudades y necrópolis, está diseñado con un nivel de detalle espectacular. La banda sonora épica y las voces de los personajes añaden una capa extra de inmersión, haciendo que te sientas realmente dentro de Thedas. Las cinemáticas están hechas con el motor del juego y presentan animaciones y gestos de los personajes que les dan vida propia, reflejando sus emociones y reacciones con un nivel de realismo que te atrapa.
¿Vale la pena Dragon Age: The Veilguard?