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Convierte tu prima navideña en conocimiento: 4 razones para invertir en educación

Descubre cuatro razones poderosas por las que invertir en educación es la mejor decisión para tu futuro.

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En Colombia, la prima de Navidad es un beneficio laboral obligatorio que los empleadores deben otorgar a sus trabajadores como parte de las prestaciones sociales. Este pago, regulado por la legislación laboral del país, constituye un apoyo económico significativo para muchas familias durante la temporada festiva. Su cálculo depende del salario y del tiempo trabajado por el empleado en el semestre correspondiente. 

¿Qué es la prima de Navidad? 

La prima de Navidad consiste en un pago adicional equivalente a 15 días de salario por semestre trabajado. Su propósito es aliviar los gastos típicos de fin de año, marcados por celebraciones, regalos y tradiciones familiares. Este beneficio aplica tanto a empleados del sector público como del privado con contratos formales, quedando excluidos quienes trabajan de manera independiente o bajo esquemas informales. 

En general, los colombianos destinan la prima de servicios, equivalente a la remuneración de una quincena, a diversas finalidades como regalos, viajes, ahorros o inversiones personales. Sin embargo, también representa una excelente oportunidad para financiar el desarrollo personal y profesional. 

Invertir la prima en educación 

Expertos recomiendan destinar este ingreso extra a la educación superior o formación continua, decisiones que pueden transformar significativamente la vida de las personas. 

Emiro Stig Romero Arias, director de Finanzas y Negocios Internacionales de UCompensar, asegura que invertir en educación no solo ofrece un retorno económico a largo plazo, sino que también brinda estabilidad en tiempos de incertidumbre económica. “Contar con formación aumenta la probabilidad de encontrar empleo o emprender”, afirma. 

Según Romero, en Colombia, quienes invierten en estudios superiores pueden incrementar sus ingresos entre un 30 % y un 50 %, en promedio. En sectores especializados, como tecnología o finanzas, este aumento puede superar el 70 % gracias a certificaciones o títulos avanzados. “El conocimiento tiene una depreciación mínima. A diferencia de los bienes materiales, no pierde valor y puede aplicarse en diferentes contextos y momentos”, subraya. 

Aspectos clave para una inversión inteligente 

Para quienes consideran destinar su prima a la educación, es fundamental evaluar ciertos criterios: 

  1. Relevancia del programa: Elegir una formación alineada con intereses y objetivos personales maximiza el aprovechamiento del tiempo y los recursos invertidos. 
  2. Retorno de inversión (ROI): Investigar los ingresos promedio en el campo de estudio ayuda a proyectar el impacto económico del programa a mediano y largo plazo. 
  3. Modalidades flexibles: Para quienes trabajan y estudian, optar por clases nocturnas, fines de semana o formatos híbridos facilita la conciliación de responsabilidades. 
  4. Instituciones confiables: Verificar la acreditación del centro educativo asegura la calidad del programa y el reconocimiento del título. 

La prima como motor de crecimiento 

En un mercado laboral cada vez más competitivo, invertir en educación trasciende la simple planificación financiera, es una apuesta por un futuro profesional más sólido. La prima de servicios convierte a diciembre en una oportunidad para transformar un ingreso adicional en un recurso clave para el progreso personal. 

“La educación es una inversión que no solo aumenta los ingresos potenciales, sino que también eleva la calidad de vida. Es el mejor regalo que uno puede darse”, concluye Romero. 

Mónica Lizette Castellanos Osorio

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