La temporada navideña trae consigo la magia de la decoración, las luces brillantes y, por supuesto, las plantas características de esta época. Sin embargo, si tienes un gato en casa, debes ser especialmente cuidadoso con algunas plantas tradicionales que, aunque hermosas, pueden representar un serio peligro para su salud. Entre las principales se encuentran la flor de pascua, el muérdago y el acebo. Aquí te explicamos por qué debes evitar estas plantas y cómo proteger a tu mascota. 

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Flor de Pascua: peligrosa y popular 

La flor de pascua (Euphorbia pulcherrima) es una de las plantas más representativas de la Navidad, con sus vibrantes hojas rojas que decoran hogares durante diciembre. Sin embargo, esta contiene una savia lechosa que puede irritar la piel, la boca y el tracto digestivo de los gatos. Si un felino la mastica, podría experimentar vómitos, diarrea y malestar general. Aunque los casos de intoxicación grave son poco comunes, su simple presencia puede generar molestias en tu mascota.  

Muérdago: una tradición peligrosa 

El muérdago (Viscum album), conocido por su simbología romántica, también representa un alto riesgo para los gatos. Esta planta contiene toxinas como la viscotoxina, que pueden provocar problemas gastrointestinales, dificultad para respirar, presión arterial baja e incluso reacciones más severas si se ingiere en grandes cantidades. Debido a sus pequeñas bayas, los gatos podrían sentirse tentados a jugar con ellas, aumentando el riesgo de ingestión accidental.  

Acebo: una belleza engañosa 

El acebo (Ilex aquifolium), con sus hojas brillantes y bayas rojas, es otra planta decorativa que puede ser peligrosa para los gatos. Sus hojas poseen sustancias irritantes que pueden causar vómitos y diarrea si se mastican. Las bayas, aunque atractivas, contienen compuestos tóxicos que podrían generar malestar abdominal severo. 

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Alternativas seguras para decorar 

Si quieres mantener el espíritu navideño sin poner en riesgo la salud de tu gato, considera opciones seguras como flores artificiales, plantas no tóxicas (como helechos o suculentas) o decoraciones hechas de materiales inofensivos.  

¿Qué hacer si tu gato entra en contacto con estas plantas? 

Si sospechas que tu gato ha mordido alguna de estas plantas, observa su comportamiento y busca síntomas como vómitos, salivación excesiva, letargo o falta de apetito. Ante cualquier sospecha de intoxicación, acude inmediatamente al veterinario para recibir atención oportuna.  

Karen Castañeda

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